Cuando pensamos en la comodidad de una silla, un sofá o un banco, pensamos en una pieza formada por una estructura rígida, acolchada y acabada con cualquier tipo de tejido. Pero ¿existen asientos cómodos sin ese acolchado?
Quizás por la relación amor-odio que muchas personas establecen con los muebles tapizados, son muchos los ejemplos de sillas y sillones de madera que, no sólo por su diseño sino por una estudiada ergonomía, se han convertido en hitos del diseño interior. Hoy traemos algo distinto.
Se trata de la colección Sitskie Furniture de Adam Friedman, y es que en esto de la madera todo es un mundo por explorar...
El diseñador une pequeñas piezas de madera _de roble o de nogal_ que por compresión se adaptan a la curvatura natural de tu forma. De esta forma el asiento no sólo es cómodo sino que consigue llamar la atención por su original forma de moverse.
De esta manera Friedman da una novedosa solución al problema de la comodidad así como a la durabilidad y limpieza de una tapicería cualquiera. ¿Te apuntas a disfrutar de uno de ellos?
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